Fisiología que impulsa tu respiración deportiva
El diafragma es tu motor silencioso: al contraerse, crea espacio torácico, mejora el intercambio gaseoso y reduce tensión en cuello y hombros. Un corredor que aprendió a dirigir el aire hacia las costillas inferiores notó mejor economía de carrera y menos fatiga postural en solo tres semanas.
Fisiología que impulsa tu respiración deportiva
La urgencia por respirar no se debe a falta de oxígeno, sino a la sensibilidad al CO₂. Entrenar esa tolerancia calma el jadeo y estabiliza el ritmo. Caminatas nasales y exhalaciones más largas fortalecen tu capacidad de mantener el esfuerzo sin ansiedad. Cuéntanos cómo se siente tras siete días practicando.